Respuesta :

Narrador   (I): Sin contar a nadie sus intenciones y sin que ninguno le viese, una mañana DonQuijote dio comienzo a su aventura. Al anochecer, cansado y muerto de hambre, vio no lejos unaposada, la cual le pareció un castillo con sus cuatro torres. Allí fue atendido por dos mozas y elventero. Pero como lo que más le preocupaba a don Quijote era el no estar nombrado caballero,al acabar la cena se arrodilló delante del posadero y le dijo:

* Mientras habla el narrador, Don Quijote entra mirando el castillo del ciclorama. Dos mozas sacana escena una mesa y el chico un taburete. Don Quijote da las armas a las mozas, antes desentarse. Entra el ventero con una jarra en la mano y la deja en la mesa. Al terminar la narraciónDon Quijote se levanta y se arrodilla delante del posadero.

Don Quijote: Señor castellano; ¡no me levantaré hasta que vuestra merced me otorgue un don que pedirle quiero!

Ventero: Y ¿qué puede conceder mi humilde persona a tan alto personaje?

Don Quijote: Os pido que mañana me   arméis   caballero. Est

LA NAVAJA

60 minutos

Para dos actores y maniquíes

SAMUEL: ¿Qué tal? ¿Algún acontecimiento a la vista? (Da un paso y se frena.) ¿Tal vez un desfile de alta costura? ¿O una fiesta a favor de las actitudes solidarias? (Se rasca la cabeza.) ¿No... acerté? (Pausa.) Oye, Saumel, ¿y si te esperan a ti? (Se abofetea.) ¡Estúpido! Tú no eres ninguna celebridad. (Pausa.) ¡Hasta la vista! (Pausa.) ¡Eh! ¿Por qué me siguen con la mirada? A mí no me ocurre nada del otro mundo. Yo iba canturreando por ahí... (Lo hace.) El barbero de Sevilla, cuando... ¡Ejem! Por mí pueden ahuecar el ala... No voy a ofrecer ningún espectáculo. (Pausa.) Claro que en un parpadeo... yo podría liberar... liberar... ¡Oh! Leo tan buenos sentimientos en sus caras. (Pausa.) Yo... (En clave de mimo.) El maletín... ¡La navaja! (La extrae y exhibe.) ¡Esperen! (Saca las tijeras y corta el aire con ellas.) ¡Las tijeras! Je, je. Con estos mágicos objetos... mis extravagancias tiene un norte. Je, je, (Pausa.) ¡Claro! Ustedes ignoran quién es este... (Gesto de clown.) payaso sin circo... 
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MARIONETA I: ¡Oiga, señor! La función en el parque ya terminó. ¿No ve que se fue el público?
SAMUEL: ¿Y no pueden empezar otra vez?
MARIONETA I: Mi señora la marionetista ya echó el último telón.
SAMUEL: ¿Está ahí? ¿Puedo hablar con ella?
MARIONETA I: Ahora descansa, su labor la dejó extenuada, no en vano nos aplica las últimas técnicas del actor. (Eufórica.) ¡Vamos, sonría! La mujer de las marionetas vendrá otro día a la ciudad.
SAMUEL: Esperaré. Los días pasan como pájaros locos.
MARIONETA I: (Dándose la vuelta.) ¡Oiga! ¿Se va a quedar en el parque hasta que el Ayuntamiento me contrate otra vez?
SAMUEL: ¡Vaya! ¿Usted otra vez?
MARIONETA I: Pero si me voy en auto-stop a Liberápolis, al Festival Internacional de Marionetas.
SAMUEL: Los días pasan como pájaros locos.
MARIONETA I: ¡Ejem! Resulta usted tan bambalinero.
SAMUEL: (Alzándose.) Me llamo Samuel y el tiempo... se me va.
MARIONETA I: ¿Así que se le va el tiempo?
SAMUEL: Un poco.
MARIONETA I: ¿y por qué no lo retiene?
SAMUEL: ¿Al tiempo?
MARIONETA I: Claro.
SAMUEL: No es fácil.
MARIONETA I: Usted le dice...
SAMUEL: ¿A quién?
MARIONETA I: Al tiempo. (Pausa.) Usted le dice.... (Como buscando algo.) Señor Tiempo, ¿acepta una tertulia?
SAMUEL: ¿Una tertulia con el tiempo?
MARIIONETA I: ¿Y por qué no?
SAMUEL: (Bajando los ojos.) No lo conozco muy bien.
MARIONETA I: ¿No conoce bien nuestro tiempo? Pero, Samuel, Así no se puede ir por la vida... (Suspira.) Está bien. Haré yo misma las presentaciones... (Se desplaza, tratando de localizar al personaje. Pausa.) Aquí el tiempo... Aquí un espectador.