Respuesta :

Los médicos de entonces perdieron credibilidad a causa de no poder curar la peste, ellos mismos morían después de tratar a los pacientes; algunos preferían no atender sus responsabilidades hipocráticas. La gente no velaba los muertos, al final ni los enterraban y huían, llevando la plaga a otros lugares. Los sacerdotes no imponían los sacramentos, la iglesia dio libertades para ello; las autoridades eclesiásticas se enclaustraron, no obstante sufrieron bajas en proporciones considerables.