Respuesta :

En un lejano lugar, donde la arena conversan con el mar,
vivían 3 hermosas niñas de las que te voy a contar
cada cual con una magia especial, que hacía a los árboles cantar.
La primera, era rubia, blanca y delgada, con labios rojos, ella sabía cantar
tenía la costumbre de desayunar un lobo al horno y caviar
y al terminar el día salía a su escondite en el acantilado donde empezaba a sonar
una voz celestial, que hasta los ángeles aparecían al escuchar
la bella melodía musical y al acercarse descubrían a la niña roncando sin parar...
La otra niña con sus trenzas negras y largas, con su piel canela sin par
salía a caminar, pero cosa rara, lo hacía hacia atrás
millas y millas hasta las montañas caminaba sin descansar
entonces en las cuevas empezaba a bailar
y los animales corrían a ver el espectáculo singular
pero no era otra cosa que las volteretas al azar
que la niña daba por el dolor de su dedo al tropezar...
Por último la más pequeña de cabellos como fuego y belleza singular
con sus mejillas coloradas llenas de sin fin lunar
se quedaba en casa a esperar
que sus hermanas, después de jugar
llegaran a acariciar sus cabellos y a preparar
la suculenta comida que ella debía cenar:
un sándwichs de culebra tan largo como lo pueda imaginar
10 litros de agua de mar con dos cucharitas de sal
20 cajas de termitas con chocolate y bicotelas
y 2 kilos de sapo relleno con hongos de la abuela
Y aunque esperó todo el día no pudo comer ni lentejuelas
Salió ya en la noche a buscarlas y las encontró convertidas en Gacelas
una en la cueva otra en el mar
Ella lloró y se transformó en coneja
y si ahora ve dos gacelas y una coneja
pídeles un deseo, pero ten cuidado
te pueden ofrecer, sueños ruidosos, pies retorcidos o cenas sin comadreja!