Metalurgia y orfebrería [ editar · editar código ] En el campo de la metalurgia, los incas se colocaron a la cabeza de los pueblos precolombinos, perfeccionando las técnicas heredadas de las culturas preincas. Conocieron y trabajaron el oro, la plata y el cobre, y aún obtuvieron la aleación del bronce (cobre y estaño). No conocieron el hierro. Los metales los obtenían de los botines de las conquistas y de las explotaciones mineras organizadas, que pertenecían tanto al Inca como a las comunidades, obteniéndolas sin cavar muy profundamente la tierra. El oro lo sacaban mayormente de las arenas de los ríos. Los minerales los fundían en crisoles de tierra cocida, que colocaban en las altas cumbres, y cuyo fuego avivaban soplando con canutos de cobre. Los metales de mayor dureza lo utilizaban en las puntas de sus instrumentos de labranza, en sus armas, y en instrumentos para tallar piedras durísimas como el granito. En cuanto a los metales preciosos (oro y plata), los utilizaron para labrar bellos objetos de orfebrería. En realidad, quienes realizaban estas obras artísticas eran los pueblos sometidos, como los chimúes, cuyos orfebres fueron trasladados al Cuzco para ejercitar su arte al servicio del Inca. Es fama que los conquistadores españoles encontraron cantidades ingentes de objetos artísticos labrados en oro y plata, como aquellos que fueron ofrecidos para el rescate del inca Atahualpa y los hallados en el Coricancha; sin embargo, todos ellos fueron fundidos y transformados en lingotes para ser transportados a España como riquezas.