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 Especificación de las funciones, 
cargas y privilegiosLa otra justificación del orden medieval es la especialización de las funciones.El Clero y la Nobleza no pagaban impuestos. La clase social que pagaba impuestos era el pueblo. Es fácil presentar este hecho de forma odiosa: "el clero riquísimo, no paga impuestos. La nobleza, bien vestida, gordinflona y opulenta, no paga impuestos. EI pobre plebeyo, trabajando de sol a sol para el enriquecimiento del noble y del clérigo, ése paga impuestos". y eso se presentaba en los simples manuales de Historia como el "summum" de la injusticia... Basta comprender cómo eran las Cosas para probar que aquella situación era justa. ¡Es tan simple como eso!El clero era la primera de las clases sociales, y cualquier persona de la nobleza o de la plebe podía entrar en ella y subir hasta los más altos grados. Hubo numerosísimos casos de Papas que eran hijos de trabajadores manuales y que estaban encima de reyes y emperadores dentro de la Cristiandad. Esta clase social era considerada el fundamento de la Civilización. Nuestro Señor Jesucristo dijo: "Vosotros sois la sal de la tierra, la luz del mundo". Por causa de su condición sacral, era tenida como la más importante de las clases sociales. El clero, además de su misión propia, que es la de salvar las almas, tenía bajo su responsabilidad dos actividades, hoy desempeñadas en gran parte por el Estado y que corresponden a dos ministerios con gastos enormes: la educación y la salud pública.La dirección, y muchas veces la ejecución de la enseñanza eran ocupaciones del clero. Para ser profesor particular era necesario tener permiso eclesiástico porque la enseñanza debía ser ortodoxa. Para que una persona enseñe ortodoxamente es preciso que esté bajo la vigilancia del clero. Más todavía: "Id, pues y enseñad a todas las gentes". Por tanto tener colegios era una actividad muy afín con su misión.Todo lo que hoy gasta el Ministerio de Educación, en esa época lo pagaba el clero sin ninguna ayuda del Rey. Por eso éste no pagaba impuestos, lo cual es muy razonable. Una propaganda revolucionaria presentaría a un abad siendo llevado en una litera por dos pobres que pagan impuestos ...¡allí va el abad, durmiendo, por la calle! Se pueden hacer cien imágenes anticlericales de ese tipo. Esa figura muestra una completa ignorancia de las cosas.