Respuesta :

Durante la primera mitad del siglo XVI, la tierra dobló literalmente de tamaño. El descubrimiento de América, la circunvalación de la tierra, las largas expediciones de los navegantes portugueses, la necesidad de representar las nuevas rutas y dar a conocer las peculiaridades de las tierras descubiertas, la generalización del uso de la imprenta y las nuevas técnicas de grabación de imágenes -que permitiría reimprimir los mapas incorporando continuamente las últimas modificaciones-, condujeron a un auténtico estallido cartográfico. Podemos deducir de lo que ya sabemos, que el primer paso para la gran revolución geográfica y cartográfica, fue la conquista de los mares. El éxito de las empresas castellanas y portuguesas en la era de la navegación y los descubrimientos se debió en parte a la favorable disposición de los Vientos Alisios, que soplan siempre en la misma dirección, desde los trópicos hacia el ecuador siguiendo un patrón regular. Esta regularidad favoreció la navegación atlántica en latitudes tropicales, desde el extremo noroeste de África hasta el Caribe para regresar de allí con la ayuda de los Vientos del Oeste, que soplan en esta dirección entre la latitud 20º y 40 º en el hemisferio Norte. El mismo patrón se reproduce en el hemisferio sur, donde los Vientos Alisios soplan por debajo del golfo de Guinea, desde África hasta Brasil.La expansión geográfica y cartográfica del descubrimiento del continente americano, se desarrolló en dos fases claras. En la primera de ellas predominó la navegación litoral y el descubrimiento de las costas; en la otra se desarrolló una rapidísima expansión y conquista del interior.