Las plantas y animales han aprendido a vivir con los desechos del otro. Por ejemplo, los animales expulsamos CO2 y las plantas lo usan para hacer fotosíntesis. Las plantas expulsan O2 y los animales lo usamos para respirar.
Así mismo, usamos las plantas como alimento y cuando otros seres vivos como los animales mueren y se descomponen las plantas absorben estos compuestos del suelo para su metabolismo.