La economía de la Ciudad del Vaticano es financiada por contribuciones (conocidas como el óbolo de San Pedro) de católicos romanos de todo el mundo, así como a través de la venta de sellos postales y recuerdos a turistas, entradas a museos y venta de publicaciones.
El Vaticano también conduce servicios financieros a nivel global a través delInstituto para las Obras de Religión(conocido popularmente como el Banco del Vaticano). Este Instituto cuenta con un cajero automático con instrucciones en latín, posiblemente el único de ese especie en el mundo.2
A menudo, El Vaticano ha sido acusado por sus críticos de ser excesivamente rico.3 En respuesta a demandas de activistas sobre la venta de obras de arte del Vaticano para donar el dinero recaudado a los pobres, elcardenal Paul Josef Cordes aseveró que la Iglesia católica tiene el deber de conservar las obras de arte en nombre del Estado italiano y no puede venderlas.4De igual manera el Vaticano ha expuesto en varias ocasiones una posible solución a la crisis económica mundial. Esta solución se basa en la creación de una autoridad Política Mundial y un Banco Central Mundial, que también estaría a favor de los mercados libres. Con este Banco Central Mundial se regularía el flujo y los intercambios monetarios, como los hacen los Bancos nacionales, pero ahora de una forma global. Además este nuevo gobierno propuesto por la Iglesia Católica está a favor de los impuestos a las transacciones financieras, siendo el Vaticano una de las influyentes del mundo.5
El Vaticano es un Estado Soberano que como toda nación en el mundo busca la supervivencia de sí. Por su búsqueda de supervivencia se ha visto involucrado en críticas a su política económica, como ocurrió en el año 2002 cuando se puso en tela de juicio la falta de transparencia de la Santa Sede en sus instituciones económicas por su relación con el Banco Ambrosiano en años anteriores.11
La visita del Papa Benedicto XVI a Alemania, de donde éste es oriundo, durante septiembre de 2011 está ligada a la creación de un nuevo Consejo Pontificio para la evangelización de esa área la cual ha tenido una posición particular a la hermenéutica del Vaticano y cual tuvo un valor de once millones de euros para el Vaticano.